PREPARACIÓN: 10 min.
COCCIÓN: 20 min.
DIFICULTAD: mínima.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
300 g de espirales (u otra pasta corta)
3 dientes de ajo
150 g de jamón serrano en lonchas finas
100 g de queso rallado
1 dl de aceite de oliva
Unas hojas de rúcula
Pimienta molida
Sal.
ELABORACIÓN
Lavar los dientes de ajo sin pelar. Calentar abundante agua con sal en una cacerola. Cuando rompa a hervir, agregar la pasta y los dientes de ajo.
Continuar la cocción durante 12 minutos. Pasar los espirales por agua fría y escurrirlos. Retirar la piel a los dientes de ajo y aplastar su pulpa en un plato con un tenedor. Agregar el aceite y mezclar. Pasar a una cacerola la preparación de los ajos y el aceite. Una vez que esté caliente, incorporar la pasta cocida y salpimentar al gusto.
Lavar la rúcula, escurrirla y secarla con papel absorbente de cocina. Retirar la pasta del fuego y añadir la rúcula y el jamón troceado. Por último, espolvorear con el queso rallado. Servir enseguida.
OTRA COMPAÑIA
Prepara esta salsa de aceitunas para la pasta. Pon en un cuenco 2 yemas de huevo cocidas, 15 aceitunas negras deshuesadas picadas, 3 cucharadas de perejil picado, 2 cucharaditas de alcaparras picadas, 2 dientes de ajo picados y 1 cucharadita de vinagre. Mezcla muy bien y añade un poco de sal (poco, ya que las aceitunas salan).
EL ORIGEN DE LA PASTA
Italianos y chinos se disputan el origen de la pasta. Parece que, con el descubrimiento en el noroeste de China de un cuenco con fideos enterrado bajo un sedimento de tres metros y que data de hace cuatro mil años, Oriente ha ganado la batalla. Tradicionalmente, en Occidente se consume más la pasta italiana, elaborada con harina de trigo candeal.
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