ALCACHOFAS RELLENAS EN HOJALDRE

PREPARACIÓN: 20 min
COCCIÓN: 50 min
DIFICULTAD: mínima
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
8 alcachofas
100 g de champiñones
1 puerro
1 cebolleta
16 gambas
1 paquete de hojaldre
3 cucharadas de harina
60 g de mantequilla
3 cucharadas de salsa de tomate
1/2 l de leche
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta 
Unas ramitas de perejil

ELABORACIÓN
Retirar las hojas duras, el tallo y las puntas de las alcachofas. Cocerlas en abundante agua junto con una ramita de perejil durante 35 minutos. Escurrir, vaciar el interior de las alcachofas y reservar.
Para hacer el relleno, picar fino el puerro y la cebolleta y saltearlo en un poco de aceite. Agregar las gambas peladas y picadas y los champiñones limpios y troceados. Salpimentar y cocer a fuego medio, hasta que los champiñones hayan perdido toda su agua. Rellenar los fondos de alcachofa y reservar al calor
En una cazuela, derretir la mantequilla, añadir la harina y mezclar. Verter la leche e incorporarla sin dejar de remover. Salpimentar y cocer hasta que adquiera consistencia, Calentar la salsa de tomate y mezclar con la besamel.
Extender el hojaldre sobre una superficie. Cortar 8 círculos con la ayuda de un cortapasta. Dorarlos en aceite caliente hasta que se inflen y escurrirlos sobre papel de cocina. Con cuidado, hacer un hueco en el centro de cada hojaldre (del tamaño de las alcachofas) y reservar el trozo recortado como tapa.
Colocar una alcachofa en el centro de cada hojaldre. Salsear con la besamel, poner la tapa de hojaldre encima y decorar con perejil.

UN CONSEJO
Cuece las alcachofas con una ramas de oerejil. Es la hierba aromática más popular que nunca debe faltar en tu cocina. Además es un poderoso antioxidante y evita que las verduras se ennegrezcan al cocer.

CÓMO EVITAR QUE SE OXIDEN
Ponte unos guantes y retira las primeras capas de hojas verdes, hasta que llegues a la zona tierna del interior.
Dispón los corazones en un bol con agua fría, una pizca de sal y un chorrito de zumo de limón para evitar que se oxiden y ennegrezcan.
Blanquéalas con una cucharadita de harina para suavizar su color.