lunes, 1 de abril de 2013

LASAÑA DE CORDERO BERENJENA Y TOMATE

PARA 4 PERSONAS 
DIFICULTAD: Laborioso
TIEMPO: 40 minutos

INGREDIENTES
12 láminas de lasaña (seca o precocinada)
500 g de cordero asado
20 g de piñones
1 berenjena
1 cebolla
4 tomates
0,5 l de leche
20 g de queso rallado
Aceite
Harina
Tomillo
Sal

ELABORACIÓN
Cuece las láminas de lasaña en agua hirviendo con sal y un chorro de aceite durante unos 8 minutos o el tiempo que indique el fabricante. Si son placas precocinadas, ponlas en remojo en agua fría durante 10 minutos.
En una tartera con aceite caliente pon a pochar la cebolla finamente picada.
Cortar la berenjena en dados, sin pelarla, y añádela al sofrito cuando la cebolla esté tierna. Agrega los piñones y mantén a fuego medio durante unos 5 minutos.
Añade los tomates pelados y troceados y una pizca de sal, y sigue cocinando unos 7 minutos.
Cortar en trocitos el cordero, agrégalo al sofrito, rectificar de sal y déjalo un rato al fuego para que se mezclen los sabores.
En una sartén con aceite, rehoga una cucharada y media de harina. Cuando se empiece a tostar, vierte poco a poco la leche fría sin dejar de remover. Añade un poco de sal y unas hojas de tomillo para perfumar la bechamel y, a continuación, el queso. En cuanto se espese y dé el primer hervor, apártala del fuego.
Unta con un chorro de aceite el fondo de una fuente de horno y reparte tres placas de lasaña. Cúbrelas con un tercio del sofrito. Repite el proceso dos veces y terminar cubriendo el relleno con las últimas placas de lasaña.
Cubre la lasaña con la bechamel. Si quieres, añade queso rallado por encima. Gratina a 180ºC hasta que se dore la superficie.

TRUCOS
Esta receta permite aprovechar las sobras de un asado de cordero, pero también las de pollo, pavo, cochinillo, merluza, etcétera. Prácticamente sirve para los restos de cualquier carne, pescado o marisco. Basta con desmenuzarlos, limpiarlos de pieles, huesos o espinas y añadirlos al sofrito.
Se puede utilizar cordero (u otra carne) en crudo. En este caso, la carne, bien troceada, se añadiría al principio, junto con la cebolla, y cuando estuviera doradas se incorporarían los demás ingredientes.
Al hacer la besamel, si se vierte la leche fría es más difícil que se formen grumos.
El queso le da personalidad a la besamel. Se puede añadir, por ejemplo, cheddar para darle un poco de color o un manchego curado para que el sabor sea más intenso.

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