martes, 29 de octubre de 2013

MENÚS PARA 4 PERSONAS

-ROSAS DE MOUSSE DE JAMÓN
-RISOTTO CON ACELGAS Y GORGONZOLA
-SOLOMILLO A LA MANTEQUILLA EN AVELLANAS
-NARANJAS AL VINO ESPECIADO

PREPARACIÓN: 50 min


INGREDIENTES PARA 4 RACIONES + 2 PARA REPETIR

250 g de jamón cocido
250 g de requesón
1 dl de nata fresca
Ensalada variada de temporada
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
3 rebanadas de pan de molde
Sal
Pimienta

UTENSILIOS ÚTILES

Manga pastelera con boquilla gruesa en forma de estrella
Batidora

ELABORACIÓN

Cortar en tiras finas el jamón cocido, ponerlo en la batidora junto con el requesón y la nata. Batirlo todo hasta obtener una mousse homogénea. Pasar el compuesto a un recipiente hermético y dejarlo en la nevera. Si se quiere, puede prepararse la mousse el día antes.
Lavar la lechuga, cortarla en tiras, ponerla en un cuenco y reservarla.
Condimentar la ensalada muy ligeramente con sal, pimienta y aceite para evitar que se reblandezca antes de ser servida en la mesa. Distribuirla en 6 ensaladeras individuales de cristal o cerámica.
Introducir la mousse en la manga pastelera usando la boquilla en forma de estrella. La mousse deberá estar a temperatura ambiente para que quede ligeramente suave. Forma con la manga 6 rosas de mousse, vertiendo el compuesto sobre las ensaladas.
Dejar en la nevera hasta el momento de servir. Acompañar con media rebanada de pan de molde tostada sin corteza.

VARIANTES APETITOSA

En lugar del jamón cocido podéis utilizar mortadela.
Para hacer el menú más sencillo: unta la mousse directamente en tostadas de pan, espolvorear con unas hojitas de tomillo fresco y disponerlas en una bandeja.

Acompaña con un vino blanco seco joven.


-ROSOTTO CON ACELGAS Y GORGONZOLA


PREPARACIÓN: 30 min

COCCIÓN: 20 min

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS + 2 PARA REPARTIR

480 g de arroz muy fino
400 g de acelgas o espinacas
80 g de gorgonzola dulce
1/2 cebolla blanca
1,5 de caldo vegetal
10 g de mantequilla
1 cucharada de aceite virgen extra
1 dl de vino seco blanco
Sal

UTENSILIOS ÚTILES:

Si es posible cazuela de cobre

ELABORACIÓN:

Un primer plato para expertos, que debe prepararse en el último momento para que esté cocido en el punto justo y se sirva bien cremoso.
Lavar y enjuagar las acelgas, cortarlas en tiras finas y reservarlas; picar la cebolla finamente. Calentar el caldo.
Fundir en una cazuela (mejor se es de cobre) a fuego suave la mantequilla con el aceite, agregar la cebolla ya picada y dejarla rehogar ligeramente. Agregar el arroz, tostarlo y, a continuación, remover hasta que tienda a volverse transparente. Verter el vino y dejarlo evaporar; añadir 2 cazos de caldo hirviendo y bajar el fuego. Cuando el caldo haya sido absorbido, verter más y proseguir así hasta terminar la preparación
Rectificar de sal 10 minutos antes de finalizar la cocción, agregar las acelgas y, a medida que vaya siendo absorbido, verter más caldo. Al final el arroz deberá estar muy al dente y muy tierno.
Apagar el fuego, añadir el gorgonzola troceado y fundirlo removiendo durante 1 minuto: de esta manera, el risotto alcanza el punto de cocción y queda bien mantecado, adquiriendo la cremosidad justa. Servir con un poco de parmesano rallado y unas hojitas de espinacas frescas.

La experiencia enseña

TODO EMPIEZA POR EL SOFRITO
Un sofrito elaborado correctamente es el primer paso para hacer un buen risotto. He aquí unas sencillas normas que deben seguirse. Antes de empezar a sofreír, verter en la sartén un poco de aceite agregándolo a la mantequilla para que ésta, al fundirse, no se queme. La cebolla debe picarse muy finamente para que se disuelva durante la cocción. Para evitar que se queme, apenas el aceite y la mantequilla empiecen a chisporretear, añadir 1 cucharada de vino blanco seco, bajar el fuego y dejar que se evapore removiendo: la cebolla se reblandecerá sin quemarse. En este momento podeís añadir el arroz.

VARIANTES APETITOSAS:

También se obtiene un risotto perfecto sustituyendo el gorgonzola por un buen queso tipo brie.
Siempre con el mismo procedimiento, podeís preparar un risotto original y sabroso con lechuga y queso blanco cremoso.


SOLOMILLO A LA MANTEQUILLA DE AVELLANAS


PREPARACIÓN: 20 min + 3 h para enfriarse

COCCIÓN: 5 min

INGREDIENTES PARA 4 RACIONES + 2 PARA REPETIR

6 filetes grandes de solomillo de buey
60 g de mantequilla
40 g de avellanas peladas
2 corazones de apio blanco
2 lonchas gruesas de speck
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
6 hojas de salvia
Sal
Pimienta verde

ELABORACIÓN

He aquí una receta que sorprenderá: requiere un poco de atención, pero seréis recompensados con la sonrisa de vuestros invitados.
Preparar la mantequilla de avellanas: poner 50 g de mantequilla en un bol y dejar que se reblandezca 10-12 segundos en el microondas (o déjarla a temperatura ambiente 1 hora). Tostar las avellanas en una sartén antiadherente removiendo a fuego vivo durante 1 minuto y pasarlas a la picadora para reducirlas casi a polvo. Incorporar las avellanas a la mantequilla, trabajando bien el compuesto con una cuchara de madera. Formar un cilindro y envolverlo con papel film. Dejar en la nevera 3 horas.
Cortar el apio y poner las rodajitas en una ensaladera. Eliminar la grasa del speck, trocearlo, freírlo en una sartén antiadherente bien caliente hasta que esté crujiente, dejar enfriar y mezclarlo con el apio, condimentándolo todo con 1 cucharada de aceite, sal y pimienta.
Atar cada filete a lo largo de la circunferencia con hilo de cocina. Antes de servir, fundir en una sartén la mantequilla y el aceite restantes, agregar la salvia y pasar el filete unos minutos por cada lado. Salpimentar.
Disponer un filete en cada plato, circundarlo con la ensalada de apio y apeck, colocar una rodaja de mantequilla de avellana y servir espolvoreando con unos granos de pimienta verde majados.

Variantes apetitosa

La mantequilla puede aromatizarse de muchas maneras: en lugar de las avellanas, podéis utilizar almendras o piñones, así como perejil y otras hierbas picadas. 


NARANJAS AL VINO ESPECIADO

PREPARACIÓN: 20 min + 1 día de reposo
COCCIÓN: 15 min

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS + 2 PARA REPETIR
6 naranjas 
1 litro de vino rosado
2 vainas de anís estrellado
1 rama de canela
1 clavo
100 g de azúcar
1 disco de bizcocho

ELABORACIÓN
Tras un menú lleno de sorpresas y de sabores se requiere un postre ligero y suave, pero capaz igualmente de sorprender.
Hervir el vino en una cazuela pequeña, agregar el azúcar, las especias enteras, una pielecita de naranja y dejar cocer durante 10-15 minutos removiendo a menudo. Obtendremos un almíbar de vino.
Pelar las naranjas con un cuchillo bien afilado eliminando completamente la piel blanca que recubre la pulpa y conservando las hojas. Disponer las naranjas en un cuenco y verter por encima el almíbar de vino filtrado con un colador.
Enfriarlas, tapar con papel film y dejar que absorban el sabor durante 1 día en la nevera girándolas de vez en cuando.
Cortar 6 trozos de bizcocho, tostarlos en la plancha caliente o en la tostadora y servirlos como acompañamiento de las naranjas especiadas. Decorar con anís estrellado y hojas de naranjas.

ENTERA O EXPRIMIDA
Sea como sea, una naranja siempre va bien. Es rica en vitaminas C y A, es una fuente de sales minerales, especialmente calcio y potasio, contiene azúcares y fibras, aunque estas últimas disminuyen drásticamente si se exprime. En cualquier caso, la naranja siempre es un alimento vitamínico: basta pensar que una sola fruta cubre las necesidades diarias de vitamina C.

VARIANTES APETITOSAS
Si lo preferís, en lugar de dejarlas enteras, podéis cortar las naranjas en rodajas espesa de 1/2 cm de espesor. De esta manera, absorberán mejor el sabor en el almíbar de vino especiado.

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