Nada hay más elegante que presentar un plato donde se diferencien claramente dos o tres tipos de salsa sin que se mezclen entre sí.
Para conseguir este efecto introduce mantequilla a punto de pomada en un cucurucho de papel de horno o una manga pastelera muy pequeña. Marca un trozo de extremo a extremo del plato, de manera que quede un pequeño cordón de mantequilla separando ambos lados del plato. Introdúcelo en la nevera para que se endurezca.
Después puedes agregar las distintas salsas, rellenado cada una de las secciones separadas por la mantequilla y poniendo el alimento principal encima.
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