INGREDIENTES:
1 lomo de cerdo de unos 2 kg de peso
3 dientes de ajo
1 cucharadita de orégano en polvo
Perejil fresco picado
2 granos de pimienta negra
2 clavos
2 cucharadas de pimentón dulce
2 cucharadas de sal
1 hoja de laurel
1/2 l de vino blanco
1 kg de manteca de cerdo
1/4 l de aceite
1 vaso de vino lleno de agua
ELABORACIÓN
Disponer un recipiente, no metálico y que sea un poco hondo, y poner en él la carne. Machacar los dientes de ajo, el orégano, un poco de perejil, los granos de pimienta, los clavos, el pimentón y él laurel: echar todo sobre la carne de manera que quede bien cubierta. Añadir también la sal, el vino y el agua.
En este adobo permanecerá el lomo unos tres días, dándole vueltas tres o cuatro veces al día.
Una vez pasado este tiempo, retirar el lomo de su adobo y cortarlo en rodajas más bien gruesas. Freírlas en el aceite caliente, dejándolas en una tartera de porcelana. Quitar parte del aceite y añadir la manteca vertiendo esta grasa sobre el lomo, que quedará cubierto por ella. Dejar enfriar. Si se reserva la carne en un puchero hondo de barro tapado, y se conserva en una bodega, puede estar hasta un año. Para utilizarlo, basta con retirar los trozos de lomo con un poco de grasa y freírlos; son muy sabrosos y pueden acompañarse de huevos fritos o de patatas fritas.
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